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La Wilo, suelta por Europa: comedia con olor a campo y suaves toques de Chanel N°5.
Después de recorrer Chile entero y cruzar más de una cordillera con su comedia, La Wilo llega por primera vez a Europa con un espectáculo que mezcla humor cotidiano, sabor noventero y una mirada queer que no pide permiso.
En escena, se pasea entre lo femenino y lo masculino como quien se cambia de cartera para salir de fiesta: con naturalidad, chispeza y un toque de señora showcera.
Su comedia habla de eso que nos pasa a todos, y las risas salen sin aviso cuando te reconoces ahí: en las historias de infancia, en la familia que todos compartimos sin haber nacido en la misma casa, o en esas cosas que uno solo le contaría a su terapeuta o a su mejor amigo.
Tiene una forma tan suya de contar las cosas, que basta con una pausa, una mirada o un giro inesperado para que todo se transforme en un momento inolvidable. No necesita grandes artilugios para hacer reír, porque lo suyo es eso que se nota, pero no se explica.
La Wilo no viene a enseñar ni a educar, pero cada quien se lleva lo que más le haga sentido. Se ríe de lo que somos, de lo que ocultamos y de lo que ya no da vergüenza decir en voz alta. Porque su humor es eso: un espejo de lo que somos como sociedad y como cultura hispanohablante, vista con los ojos de una persona que sabe lo que es reír para no llorar.