We want you to know that we respect your privacy. If you want to learn how we collect, use, and share your personal data, you can read our cookies policy here to learn about our privacy practices.
The data can be used in various ways. But the main goal is to gain insights from the web usage of customers, such as the number of visits and the source of traffic. In this case, we could use Google Analytics, Google Tag Manager, and Meta Pixel Ads or others.
To provide essential services, such as handling requests for products and services, managing payments, offering customer support, processing orders and transactions, confirming user information, keeping your account active on our platform, facilitating your participation in public areas of our site, communicating with you, detecting and monitoring security events, safeguarding against malicious or illegal actions, and resolving errors that affect the intended functionality.
La Wilo, suelta por Europa: comedia con olor a campo y suaves toques de Chanel N°5.
Después de recorrer Chile entero y cruzar más de una cordillera con su comedia, La Wilo llega por primera vez a Europa con un espectáculo que mezcla humor cotidiano, sabor noventero y una mirada queer que no pide permiso.
En escena, se pasea entre lo femenino y lo masculino como quien se cambia de cartera para salir de fiesta: con naturalidad, chispeza y un toque de señora showcera.
Su comedia habla de eso que nos pasa a todos, y las risas salen sin aviso cuando te reconoces ahí: en las historias de infancia, en la familia que todos compartimos sin haber nacido en la misma casa, o en esas cosas que uno solo le contaría a su terapeuta o a su mejor amigo.
Tiene una forma tan suya de contar las cosas, que basta con una pausa, una mirada o un giro inesperado para que todo se transforme en un momento inolvidable. No necesita grandes artilugios para hacer reír, porque lo suyo es eso que se nota, pero no se explica.
La Wilo no viene a enseñar ni a educar, pero cada quien se lleva lo que más le haga sentido. Se ríe de lo que somos, de lo que ocultamos y de lo que ya no da vergüenza decir en voz alta. Porque su humor es eso: un espejo de lo que somos como sociedad y como cultura hispanohablante, vista con los ojos de una persona que sabe lo que es reír para no llorar.